viernes, 5 de abril de 2013

Para armar una agenda nueva

Tomada de enresa.es 

Un reclamo contante que especialistas, ONG, movimientos y ambientalistas,  formulan a periodistas y medios de comunicación, obedece a la presencia simbólica del tema ambiental en la agenda pública. Para dar repuestas a estos vacíos en la agenda, desde hace 20 años diversos actores de la sociedad civil y academia han venido facilitando procesos de capacitación con la visión de que periodistas y medios se sensibilicen alrededor de esta problemática.


Y aunque existen avances significativos, todavía persiste el cuestionamiento ¿por qué los medios no tejen una agenda los 365 días del año y las 24 horas con el mismo interés que cobra la política, empresariales y nota roja?

El surgimiento de la Red de Periodistas Ambientalistas y Red de Comunicadores Ambientalistas de la zona norte de Nicaragua ha sido un primer peldaño en busca de la construcción de una agenda verde. Estas redes están integradas por Telenorte, ABC Estéreo, Radio Ecológica, Radio Hermanos, Radio Voz y Radio Segovia) es la que más incidencia ha realizado. También en Camoapa bajo la dirección de Juan Carlos Duarte, vienen haciendo valiosos aportes en el tema ambiental; y en  León los periodistas María Nela Flores, Jorge Luis Calderón y Radio Darío; y Chinandega, la periodista Carol Munguía; en Jinotepe el periodista Jonathan Rivera; y en Managua los periodistas Amilcar Espinoza, Wilder Pérez, Wendy Quintero y el profesor Darwin Juárez.

La existencia de una red de periodistas, es un indicio del compromiso social que viene asumiendo el gremio periodístico para agendar de forma permanente esta temática. Sin embargo, esta iniciativa resulta simbólica frente a la centralidad que cobran la agenda política, empresarial y nota roja en los principales medios de comunicación. Un hecho que ratifica la necesidad que los principales propietarios de medios de comunicación también asuma compromiso, fijando secciones especializadas en fiscalizar la administración pública y privada en este asunto.

La necesidad de armar una agenda ambiental, supone romper esquemas y prácticas dominantes en las salas de redacción. En primer lugar, se requiere superar el abordaje efeméride, como ejemplo el Día de la Tierra; segundo, se necesita ampliar los criterios de noticiabilidad más allá de hechos duros: eventos telúricos, huracanes, temblores, terremotos, y quemas de bosques; tercero, se requiera ampliar la agenda más allá del Cambio Climático, Efecto Invernadero, Fenómeno del Niño y Niña; cuarto, urge contar con periodistas especializados en el tema que permitan traducir el discurso científico a un lenguaje ilustrativo, pedagógico y cotidiano; quinto, se necesita abandonar prácticas sensacionalistas con tonos alarmantes que lejos de informar provocan histeria colectiva en la psicología de las audiencias y lectores.

Sexto, también se necesita superar los enfoques “monodisciplinario” (Coutiño: 2013)  e incorporar temáticas trascedentes como: Huella Hídrica, Gobernanza Ambiental y Desarrollo Sostenible, sobre todo porque las audiencias merecen conocer el concepto de Huella Hídrica para ampliar el horizonte del consumo de agua y ver su relación directa con la canasta básica; así mismo se necesita mayor divulgación en relación a los marcos jurídicos en materia ambiental; y finalmente conocer la relación directa entre desarrollo sostenible y medio ambiente, un tema que siempre se aborda desde un enfoque económico y se omite su relación directa con los recursos renovables.

El mexicano Julio Coutiño, especialista en recursos naturales y desarrollo rural en su ensayo, La Responsabilidad de abordar temas ambientales (Razón y Palabra: 2013) plantea que entre los principales desafíos de informar acerca del estado de los temas ambientales, consiste en superar la “apreciación laxa” pensar que se trata únicamente de ‘plantitas’ y ‘animalitos’, y por otro lado, lograr que los asuntos ambientales trasciendan del abordaje exclusivamente científico hacia el interés público. 

Para construir una agenda verde se requiere dejar de pensar únicamente en el impacto ambiental como principal criterio de noticiabilidad e incorporar otros parámetros, que permitan contar historias los 365 días del año, las 4 horas del día, en aras de promover una cultura hídrica hacia ciudadanía, Estado, sociedad civil, sector privado y universidades. Para alcanzar este fin, resulta crucial que los medios como mediadores del espacio público insistan que la agenda ambiental, no es una moda, sino un paradigma de vida que atañe sus intereses como ciudadanos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario