viernes, 24 de enero de 2014

Redes sociales, ajena a la influencia del poder

Tomado de redes sociales 
Adrián Uriarte Bermúdez -‘Disturbios en Chichigalpa’, es el eufemismo que han preferido utilizar la mayoría medios de comunicación, para evitar hablar de las demandas económicas y médicas que reclaman familiares de ex cañeros contra el Ingenio San Antonio (ISA), propiedad del Grupo Pellas. Un tratamiento tímido, que confirma la hegemonía que ejerce este emporio en las políticas informativas de la mayoría de medios, un patrón de censura que por muchos años se ha venido repitiendo sobre todo cuando se trata de poner en agenda pública la antítesis del discurso sobre responsabilidad social corporativa. La diferencia es que ahora, este viejo método de censura parece estar gastado frente a la ola de crítica y campaña de desprestigio que se mueven en las redes sociales contra este grupo económico.




Las redes sociales se han convertido en el nuevo escenario mediático para promover la cultura de debate, no sólo contra los gobiernos, sino contra los grupos de poder. En Nicaragua, el caso más emblemático es la campaña ‘Solo con Ron Flor de Caña, Tu diversión es la más mortal…”. Se trata de una sola pieza digital cuyo mensaje clave informa sobre las supuestas muertes por Insuficiencia Renal Crónica (IRC) relacionados con el producto estrella del Ingenio San Antonio (ISA). Y pese a que la Organización Mundial de la Salud, afirma que la IRC es una enfermedad sin “causas conocidas”, lo cierto, es que en la batalla de la opinión pública pesan más las emociones que los argumentos, al final gana la batalla quien presenta las ideas más creíbles aunque científicamente no esté demostrado.

La premisa anterior, es conocida por la maquinaria de relaciones públicas que asesora a este importante grupo económico. Por eso, la presente campaña en redes sociales aunque seguramente no incidirá en las ventas del producto estrella de este emporio, los efectos intangibles en materia de imagen pública son irrefutables frente a la ola de opinión negativa que se mueve en redes sociales echando por la borda, las inversiones en campañas y estrategias acerca de la responsabilidad social corporativa, sumada a la campaña internacional que intenta posicionar la marca Ron Flor de Caña. El presente hecho demuestra el poder que tienen las redes sociales, y cómo todavía el poder económico no ha logrado penetrar con éxito en estas plataformas.

La campaña de los movimientos en las redes sociales, son a su vez una expresión que denuncia la falta de credibilidad de los medios de comunicación en una sociedad. Y confirma que ningún otro actor ha hecho más daño a la credibilidad de los medios que el mismo poder económico. A diferencia de los gobiernos, los empresarios censuran de forma indirecta sistemáticamente las salas de redacción por medio del premio o castigo de la publicidad. La antigua práctica del precio del silencio, al igual que los gobernantes pretende controlar la agenda pública. Una visión que reafirma que al gran capital no sólo le importa obtener utilidades, sino también gozar de buena imagen pública. La gran diferencia es que ahora por medio de las redes sociales, medios ajenos a las influencia del poder, las malas prácticas empresariales difícilmente pueden ocultarse.

El surgimiento de las redes sociales, no sólo pone al desnudo el doble discurso de la responsabilidad social corporativa, sino que también evidencian el falso compromiso social de la fiscalización hacia el poder que tienen los periodistas y medios. Un monitoreo de medios acerca de la Insuficiencia Renal Crónica, sugiere que el semanario Confidencial y Esta Semana continúan siendo el principal medio de comunicación y programa de televisión que han ido a fondo, con una producción periodística más allá del género de la nota informativa, haciendo periodismo de investigación, reportaje y crónica. Un esfuerzo similar que se practicaba en El Nuevo Diario, durante la administración de los periodistas Danilo Aguirre Solís y Francisco Chamorro. Irónicamente en las recientes protestas contra el Ingenio San Antonio, la mayoría de medios se quedaron con la versión de los enfrentamientos y muerte, sin abordar a fondo las demandas de las personas con graves problemas de Insuficiencia Renal Crónica.     

El silencio mediático que ha logrado conseguir el grupo Pellas acerca de las demandas de los familiares de ex cañeros en el Ingenio San Antonio, pareciera tener la misma lógica con que el gobierno gestiona la comunicación. Increíblemente, la presente estrategia pareciera ser hija adoptiva del gobierno. Una actitud que desde luego cuenta con la venia de los grandes medios de comunicación independientes y oficiales que prefieren inflar hasta no más poder la destitución del antiguo  y nuevo presidente del Banco Central, mientras que invisibilizan las demandas de los ex cañeros. Ambos líneas editoriales han hecho causa común a favor del principal grupo económico en el país. La autocensura en las salas de redacción, se puede comprobar cuando los mismos periodistas que trabajan en estos medios a título personal se han sumado a la campaña contra la Flor de Caña.

El éxito de las redes sociales como tribuna de libertad de expresión, ocurre precisamente porque están ajenas a la influencia de los grupos de poder. La campaña contra el grupo Pellas, demuestra que aunque controlen la agenda pública en los medios tradicionales, no han tenido los mismos resultados en las redes sociales. Por eso resulta importante que la ciudadanía esté alerta acerca de la redefinición de Internet en Nicaragua. La literatura sobre marcos regulatorios en Internet demuestra que además de los estados, los grupos de poder también están interesados en buscar el mecanismo legal para controlar Internet. Un objetivo que por ahora no han conseguido por eso resulta importante estar alerta sobre la redefinición de Internet, para continuar gozando de la libertad de expresión que ofrecen las redes sociales. 
          


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