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Tomado de redes sociales |
Adrián Uriarte
Bermúdez -‘Disturbios en Chichigalpa’, es el eufemismo que han
preferido utilizar la mayoría medios de comunicación, para evitar hablar de las
demandas económicas y médicas que reclaman familiares de ex cañeros contra el
Ingenio San Antonio (ISA), propiedad del Grupo Pellas. Un tratamiento tímido,
que confirma la hegemonía que ejerce este emporio en las políticas informativas
de la mayoría de medios, un patrón de censura que por muchos años se ha venido
repitiendo sobre todo cuando se trata de poner en agenda pública la antítesis del
discurso sobre responsabilidad social corporativa. La diferencia es que ahora, este
viejo método de censura parece estar gastado frente a la ola de crítica y
campaña de desprestigio que se mueven en las redes sociales contra este grupo
económico.
Las redes sociales se han convertido en el nuevo escenario
mediático para promover la cultura de debate, no sólo contra los gobiernos,
sino contra los grupos de poder. En Nicaragua, el caso más emblemático es la
campaña ‘Solo con Ron Flor de Caña, Tu diversión es la más mortal…”. Se trata
de una sola pieza digital cuyo mensaje clave informa sobre las supuestas muertes por Insuficiencia
Renal Crónica (IRC) relacionados con el producto estrella del Ingenio San Antonio
(ISA). Y pese a que la Organización Mundial de la Salud, afirma que la IRC es
una enfermedad sin “causas conocidas”, lo cierto, es que en la batalla de la
opinión pública pesan más las emociones que los argumentos, al final gana la batalla
quien presenta las ideas más creíbles aunque científicamente no esté
demostrado.
La premisa anterior, es conocida por la maquinaria de
relaciones públicas que asesora a este importante grupo económico. Por eso, la
presente campaña en redes sociales aunque seguramente no incidirá en las ventas
del producto estrella de este emporio, los efectos intangibles en materia de
imagen pública son irrefutables frente a la ola de opinión negativa que se
mueve en redes sociales echando por la borda, las inversiones en campañas
y estrategias acerca de la responsabilidad social corporativa, sumada a la
campaña internacional que intenta posicionar la marca Ron Flor de Caña. El
presente hecho demuestra el poder que tienen las redes sociales, y cómo todavía
el poder económico no ha logrado penetrar con éxito en estas plataformas.
La campaña de los movimientos en las redes sociales, son a
su vez una expresión que denuncia la falta de credibilidad de los medios de
comunicación en una sociedad. Y confirma que ningún otro actor ha hecho más daño a la
credibilidad de los medios que el mismo poder económico. A diferencia de los
gobiernos, los empresarios censuran de forma indirecta sistemáticamente las salas de redacción por medio del premio o castigo de la publicidad. La antigua práctica del precio del
silencio, al igual que los gobernantes pretende controlar la agenda pública. Una
visión que reafirma que al gran capital no sólo le importa obtener utilidades,
sino también gozar de buena imagen pública. La gran diferencia es que ahora por
medio de las redes sociales, medios ajenos a las influencia del poder, las malas
prácticas empresariales difícilmente pueden ocultarse.
El surgimiento de las redes sociales, no sólo pone al
desnudo el doble discurso de la responsabilidad social corporativa, sino que también
evidencian el falso compromiso social de la fiscalización hacia el poder que
tienen los periodistas y medios. Un monitoreo de medios acerca de la
Insuficiencia Renal Crónica, sugiere que el semanario Confidencial y Esta
Semana continúan siendo el principal medio de comunicación y programa de
televisión que han ido a fondo, con una producción periodística más allá del
género de la nota informativa, haciendo periodismo de investigación, reportaje
y crónica. Un esfuerzo similar que se practicaba en El Nuevo Diario, durante la
administración de los periodistas Danilo Aguirre Solís y Francisco Chamorro. Irónicamente
en las recientes protestas contra el Ingenio San Antonio, la mayoría de medios se
quedaron con la versión de los enfrentamientos y muerte, sin abordar a fondo
las demandas de las personas con graves problemas de Insuficiencia Renal
Crónica.
El silencio mediático que ha logrado conseguir el grupo Pellas
acerca de las demandas de los familiares de ex cañeros en el Ingenio San
Antonio, pareciera tener la misma lógica con que el gobierno gestiona la
comunicación. Increíblemente, la presente estrategia pareciera ser hija
adoptiva del gobierno. Una actitud que desde luego cuenta con la venia de los
grandes medios de comunicación independientes y oficiales que prefieren inflar
hasta no más poder la destitución del antiguo y nuevo presidente del Banco Central, mientras que invisibilizan las demandas de los ex cañeros. Ambos líneas editoriales han hecho
causa común a favor del principal grupo económico en el país. La autocensura en
las salas de redacción, se puede comprobar cuando los mismos periodistas que
trabajan en estos medios a título personal se han sumado a la campaña contra la
Flor de Caña.
El éxito de las redes sociales como tribuna de libertad de
expresión, ocurre precisamente porque están ajenas a la influencia de los grupos
de poder. La campaña contra el grupo Pellas, demuestra que aunque controlen la
agenda pública en los medios tradicionales, no han tenido los mismos resultados
en las redes sociales. Por eso resulta importante que la ciudadanía esté alerta
acerca de la redefinición de Internet en Nicaragua. La literatura sobre marcos
regulatorios en Internet demuestra que además de los estados, los grupos de
poder también están interesados en buscar el mecanismo legal para controlar
Internet. Un objetivo que por ahora no han conseguido por eso resulta
importante estar alerta sobre la redefinición de Internet, para continuar
gozando de la libertad de expresión que ofrecen las redes sociales.
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