Adrián Uriarte, Miriam Hebé y Balford Vargas |
La normalidad con que han sido acogidas las revistas
televisivas en los hogares nicaragüenses, pareciera innecesario preguntarse
cómo es que surgió la narrativa de este formato televisivo, los cuales se
distinguen por tomar abiertamente distancia
de las propuestas informativas y programas de opinión, con una agenda más
diversa y variada, donde tienen cabidas todos los temas, desde los más eruditos
hasta los más lúdicos. En realidad, aunque el televidente promedio puede estar
exento de conocer la génesis de la narrativa de las revistas, sin embargo, desde
la academia se hace necesario indagar acerca de los orígenes y desarrollo de la
narrativa mediática de las revistas. Una investigación desde esta perspectiva
contribuiría a la literatura de la televisión en Nicaragua.
Cuando se hace una revisión acerca de los primeros pasos de
la televisión en Nicaragua, tres ejes de investigación predominan: la génesis
de la televisión, los aspectos tecnológicos y desde luego, el protagonismo de los
empresarios mediáticos, omitiendo abiertamente la participación de la mujer. Un
patrón similar con anterioridad, se repite en la prensa escrita y la radio, cuya
connotación histórica tienen una mirada masculina. Con estos antecedentes, el
despunte de la televisión no podía ser la excepción a la regla. De hecho en sus
inicios la televisión, recibió una gran influencia de la radio en la forma de
narrar y armar la parrilla, trasladando a la pantalla de forma casi automática
lenguaje y formato de radioperiódicos y programas de opinión, los cuales se
caracterizaron por ser monótono y formalistas, y además estar construido, desde
una visión patriarcal.
A pesar del presente contexto histórico de la televisión, MiriamHebé González, supo trabajar una estrategia narrativa que le permitió imprimir
su propio sello, en su programa Media Hora con ustedes en Canal 2 (1968). Hebé
desde su debut y luego en Canal 6, logró incorporar una nueva forma de narrar
en la pantalla, rompiendo todo esquema formalista, uniforme, señorial y
conservador, impensado en mero contexto político bajo el régimen somocista,
cuando la emancipación de la mujer en el debate público era hasta ese entonces sólo
una sueño alcanzado por los galanes, que formaban parte del debate político,
económico, cultura de la vida nacional; la participación de la mujer en la
esfera pública solo tenía cabida, desde una representación social de ama de
casa, especialista en cocina, manualidades o algún otro talento artístico. A lo
sumo, la mujer sólo podía tener un espacio público en la medida que posaba para
una publicidad o sencillamente ganaba un concurso de belleza. En medio de una
mentalidad conservadora y machista, Hebé se propuso luchar contra todos estos
roles y representaciones sociales.
Su incursión a la televisión lejos de ser un camino
allanado, tuvo que ganarse un espacio en medio de la discriminación. La forma
más visible fue por medio del castigo publicitario, tal como afirmara en una
entrevista concedida a la periodista Letzira Sevilla, que pese a la audiencia
de su programa Aquí Miriam Hebé transmitido en Canal 6, recibía discriminación
publicitaría por el hecho de ser mujer; y para colmo, igualmente tenía que
asumir los preparativos del set de televisión por su condición de mujer (END/04/09/2013).
Un mal de que padeció en Canal 6, en plena fiebre de la revolución, donde la
emancipación de la mujer, únicamente confirmaba ser un bonito slogan oficial. De
manera, que la discriminación fue una pared con la que batalló tanto en el
régimen somocista como sandinista, siendo vista inferior al hombre culto, por
el hecho de ser mujer. Pese a estas vicisitudes, mantuvo su estilo propio de
narrar, ajeno a los clichés y formatos prestablecidos, huérfanos de emociones y
empatía ante el televidente, sencillamente porque muchas veces carecen de luz
propia, y se limitan mecánicamente a repetir un guión, elaborado y pensado desde una visión
masculina.
En la investigación contemporánea, aunque se han hechos
esfuerzos valiosos por rescatar la memoria, rol y aportes de la mujer en la
televisión, entre ellos el ensayo Mujeres en la TV (2009), del comunicólogo
Guillermo Rothschuh Villanueva, quien con criterios rigurosos y en su justa
dimensión rescata los aportes de las principales periodistas que aportaron al debate
público, durante la década de los noventa debutaron y se desarrollaron en la
televisión en Nicaragua, y aunque sus construcción teórica resultan valiosos desde la perspectiva del
discurso informativo y género de opinión, lo cierto, es que todavía hace falta
explorar una nueva frontera de investigación cuyo fenómeno de estudio indague también
las narrativas mediáticas en la televisión protagonizada desde las mujeres en
las revistas y otras formatos en televisión. Partiendo de esta premisa, Miriam
Hebé resulta un referente obligatorio, tomando como punto de partida el
contexto en que le correspondió proponer una nueva forma de narrar en la
televisión.
Y aunque hoy, sea visto como algo normal la participación de
la mujer, en los espacios de televisión, sin embargo, hace más de cuarenta años
cuando Miriam Hebé debutó en televisión, este tipo de dinámica era un acto de
menosprecio, por ser considerada la mujer como un ser inferior al hombre
público intelectual. El retorno de Miriam Hebé ahora con su programa Con Locura
Azul en Canal 14, surge en un contexto donde está por definirse el salto a la televisión
digital, un hecho que la ubican como testigo privilegiada del nacimiento y
evolución de la televisión. Los cambios tecnológicos, y su largo receso fuera
de la pantalla, no han podido contrarrestar esa dosis de energía, inteligencia
y carisma - cuyas cualidades también se pueden identificar en su hija Ximena
Ramírez, su fiel acompañante y anfitriona- que mantenga vivo ese estilo propio
de narrar, ahora en su programa Con Locura Azul y continuar desde este espacio promoviendo
el liderazgo de las mujeres desde distintos ámbitos de la vida nacional.
De manera, que la distinción Dama de la Televisión Nacional otorgada a Miriam Hebé por los estudiantes de la asignatura de Protocolo y
Comunicación, liderada por el maestro Balford Vargas, de la Universidad de
Ciencias Comerciales, UCC, es apena un pequeño reconocimiento por los valiosos aportes
a la narrativa de las revistas de televisión, por la constante promoción de la
mujer en el debate público y desde luego, por continuar haciendo aporte a la
cultura, desde la comunicación.
*Palabras de Reconocimiento a Miriam Hebé, programa
con Locura Azul.
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