Adrián
Uriarte Bermúdez*- El más reciente informe Estado
de la libertad de expresión en Nicaragua 2010-2014, elaborado por Guillermo
Rothschuh Villanueva, comunicólogo y director del Observatorio de Medios del Centro
de Investigación de la Comunicación, CINCO, resulta necesario para tener una
visión en retrospectiva de los principales episodios que han dañado el
ejercicio de la libertad de expresión en Nicaragua; además constituye un
documento valioso para corroborar y sistematizar la política de comunicación por parte del Estado hacia medios y periodistas; y quizás
los más llamativo del estudio, es que también cuestiona cómo la falta de
rendición de cuenta de los medios hacia la ciudadanía, al final termina
atentando contra el principio de libertad de expresión.
El informe destaca que pese a los bajos niveles de agresión
física de parte del Estado contra periodistas y medios en relación al primer
informe de libertad de expresión 2007-2009, donde periodistas fueron agredidos
durante los comicios municipales, las mordazas persisten, nada más que ahora con
métodos sutiles. La lista de atropello al pleno ejercicio de la libertad de
expresión la encabezan, el cierre de espacios y canales locales, retiro de
publicidad oficial a nivel nacional, concentración de medios audiovisuales, falta
de acceso a la información pública y la agresión física principalmente en
medios locales. La presente serie de hechos cíclicos confirman que se trata de
una política de comunicación ajena a garantizar desde el Estado, el pleno
ejercicio de la libertad de expresión.
Uno de los hechos más críticos de la libertad de expresión
en el presente periodo, lo constituyen el cierre de espacios y medios que
promovían el debate público y medianamente fiscalizaban al Estado, frente al
auge, de los principales canales de televisión en señal abierta vinculados a la
familia presidencial y el empresario mediático Ángel González. El estudio cuestiona
la complicidad y falta de rendición de cuentas de los antiguos dueños de Canal
2 y Canal 8, que jamás se pronunciaron ante las audiencias la compraventa de
estos medios, como si se tratara de negocios puro y duro, olvidando que también
ejercían un rol social, entre ellas salvaguardar la libertad de expresión y
pluralidad de voces. Los más grave de estos hechos es que Canal 2 dejó de ser
un medio promotor del debate y Canal 8, lejos de elevar su oferta, persiste con
el modelo de nota roja.
El presente informe se caracteriza porque también cuestiona la
falta de rendición de cuentas de periodistas y dueños de medios de comunicación.
El estudio plantea que en la medida que continúen postergando la rendición de
cuenta de su política informativa a las audiencias, automáticamente sumen una
actitud similar al de funcionarios del Estado quienes se muestran reacios a la
crítica. A manera de ejemplo, señala la tardanza de El Nuevo Diario, en
informar a la ciudadanía los motivos del cierre del suplemento humorístico El
Alacrán. Concluyente el informe lamenta el doble discurso de periodistas y
medios en torno a la libertad de expresión, mientras frente al discurso gubernamental ejercen un
rol fiscalizador, desde el seno de las salas de redacción continua habiendo un
déficit de apertura a la rendición de cuenta, encaminada a fortalecer la misma
libertad de expresión.
Estado de la libertad
de expresión en Nicaragua 2010-2014, se caracteriza por ser un estudio
especializado en centrar su análisis de manera rigurosa en el principio de
libertad de expresión. Partiendo de este presupuesto, cuestiona el rol del
Estado frente a su actitud coercitiva contra periodistas y medios ajenos a la
influencia del discurso oficial. A su vez hace la salvedad que el gobierno está
interesado en los medios como aparatos a su servicio. En los últimos años se ha
dado a la tarea de acaparar a los principales medios y espacios con la
finalidad de controlar y uniformar su discurso. El malestar del Estado termina
siendo contra periodistas y dueños de medios que intentan tomar distancia del
oficialismo, prueba de ellos es que hasta ahora los medios y espacios intactos
son aquellos que vienen asumiendo un rol oficioso frente al poder.
Estado de la libertad
de expresión en Nicaragua 2010-2014, se trata de un estudio cuyo compromiso
es plenamente con el principio de libertad de expresión. Somete al análisis a todos
los actores que gozan de este derecho. Lejos de situarse como una especie de
informe relator a favor de periodistas y medios, también pone en perspectiva
como la falta de rendición de cuenta viola abiertamente el principio de
libertad de expresión, e invita a los periodistas y medios en ser los primeros
en salvaguardar este principio desde el seno de las salas de redacción.
*Comentario al informe Estado de Libertad de Expresión, UCC,
Managua.
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