
Un reciente sondeo del Observatorio de Medios de la Universidad Centroamericana (UCA) sobre cobertura electoral, una vez más constata la brecha que existe entre consumidores de noticias y audiencias críticas. Señala que la población de Managua considera Acción 10 (59.4%) y Nueva Radio Ya (24.8%) como los espacios más creíble para informarse de cara a las elecciones presidenciales. La percepción que tiene la población sobre el rol de estos medios contradice monitoreos que se han elaborado sobre este tema; y además confirma el desafío pendiente de construir ciudadanía crítica.
Dos visiones. Los tres estudios sobre cobertura electoral elaborado por el Observatorio de Medios del Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO) han demostrado que Acción 10 se ha caracterizado por ser un telediario con un contenido de sucesos y nota roja, relegando el tema electoral. Un comportamiento similar muestra Radio Ya, con la variante que la cobertura electoral gira en torno a la agenda del Comandante Ortega. Además constata que El Nuevo Diario, Noticias 12, TV Noticias y Radio Maranatha se han destacado en su cobertura por dar cabida a todas las voces evitando asumir candidaturas. ¿A qué obedecen estas dos visiones sobre el rol de los medios, entre población y estos estudios?
Labor titánica. Formar audiencias y lectores críticos es una labor titánica. Sobre todo porque en Nicaragua irónicamente algunos medios de comunicación con propuestas informativas muy pobres en conocimientos, continúan siendo la escuela paralela, debido al déficit del sistema de educación formal. Una gran mayoría de población ve en los medios los principales impulsores de la circulación de conocimientos. Un compromiso que en alguna medida algunos medios han sabido corresponder, pero que otra gran mayoría está en deuda debido a sus contenidos encaminados a desinformar y crear una especie de efecto narcotizador con series, show, telenovelas y sucesos.
Audiencia crítica. ¿Qué es una audiencia y lector crítico? Es aquel que asume una actitud activa y pone filtro al discurso de los telediarios, periódicos, radioperiódicos y portales electrónicos; exige información seria, plural y constatada; y además cuestiona el contenido de los medios interrogándose por ejemplo, ¿por qué Acción 10 y Nueva Radio Ya insisten en “salpicar las pantallas de sangre”, (Rothschuh Villanueva, G; (2009, 4 de octubre). Compromisos de periodistas y medios. El Nuevo Diario, p, 10) y hacer escarnio con los pobres; mientras que ante el poder se muestran tímidos?
Un fenómeno constante. Particularmente sobre este tipo de fenómeno existen voces duras, que han afirmado que “cada sociedad tiene los medios de comunicación que se merece” (Fontcuberta, 1998, p. 35), una critica que demanda a todos los actores clave (Estado, sociedad civil, medios de comunicación y observatorios de medios) preocupados por fomentar ciudadanía crítica tomar acciones más agresivas para revertir esta realidad. Diversos estudios muestran que el Estado con la estrategia de masificar la educación, solo ha llenado la demanda elemental enseñar a leer y escribir, pero para construir ciudadanía crítica se requiere acciones de fondo, por ejemplo, establecer una política nacional de lectura en todos los niveles del sistema de educación y elevar la inversión en educación.
Alfabetizar. Precisamente para demandar que los medios de comunicación eleven sus propuestas informativas y asuman el rol clave que venían desempeñando como referentes culturales en la sociedad, en América Latina los Observatorios de Medios han surgido como alternativa de construcción de ciudadanía critica. En Nicaragua hace apenas tres años existen este tipo de iniciativas. La labor de alfabetizar a la ciudadanía sobre qué es información de calidad hasta ahora resulta simbólica. Gran parte del esfuerzo de alfabetización se ha concentrado en medios, periodistas y escuelas de comunicación de Managua, sin embargo, en el resto del país poco se conoce este tipo de experiencias. En parte a esto obedece las dos visiones que hay sobre el tema de la cobertura electoral entre la población y especialistas en análisis de medios.
Los medios de comunicación comprometidos con el periodismo de calidad pueden contribuir a que los Observatorios de Medios alfabeticen a la ciudadanía sobre qué es información de calidad y qué es información de mala calidad. Hay experiencias positivas como el caso de El Nuevo Diario, y el programa Esta Noche, que permiten que el Observatorio de Medios-CINCO semanalmente oriente a audiencias y lectores. De modo que la construcción de ciudadanía crítica implica al menos un esfuerzo articulado entre medios, periodistas, escuelas de comunicación, sociedad civil y observatorios de medios.
Mientras más tarde se articulen estos esfuerzos, los vicios en que incurren los medios que soportan sus estrategias discursivas en sucesos, programación enlatada, etc, continuaran siendo vistos de forma natural por la ciudadanía, y la brecha entre ciudadanía crítica y las grandes audiencias de consumo continuaran intactas. ¿En realidad eso es lo que desean los principales medios de comunicación que están asumiendo un rol crítico?
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