jueves, 27 de septiembre de 2012

Medios, ciudadanìa y clientelismo polìtico


Tomada de globedia.com
Uno de los principales retrocesos ético en el periodismo durante el periodo 2007-2012,  obedece a la manera en que los medios afines al gobierno abiertamente violan el derecho a la información de las audiencias y lectores, omitiendo información de interés público sobre cómo se financian los programas asistencialista. Lejos de informar verazmente, y explicar el origen de los fondos de estos programas, ponen el énfasis en la construcción de un discurso uniforme cargado de propaganda en cual proyectan ideas mesiánicas y refuerzan el eslogan oficial: Cristiano, Socialista y Solidario.

martes, 18 de septiembre de 2012

Entre El Fabuloso y El Flaco


La primera aproximación que podemos plantear, es que su lectura resulta obligatoria para conocer los entretelones de las salas de redacción en un contexto donde las computadoras apenas asomaban su rostro y la máquina de escribir todavía mantenía su hegemonía, tal como evoca su autor “sentí ese profundo e imborrable olor a papel almacenado y el aroma de la tinta combinado con los olores de los líquidos para recolectar fotografía”. Al sumergirse en las páginas de El Fabuloso Blackwell, la primera impresión, es que la historia protagonizada por el periodista novato, el Innombrable o Suspiro y El Flaco, y el talentoso boxeador -“que acosa a sus contrincantes, los presiona, acorrala y aniquila, en un manejo perfecto del espectáculo como si tuviera los hilos para empujar a las marionetas a su final y entregarlas dobladas, derrotada, arrugadas”, como magistralmente describe el autor-, se tratan de episodios independientes, pero al final ambas narraciones se enlazan con el desplome de la carrera del Innombrable o Suspiro, quien para su desgracia comprueba que el boxeador Ian Blackwell, jamás existió.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Los referentes mantienen viva la ética periodística

                   
El periodista polaco Ryszard Kapuscinski, decía que los “cínicos” no sirven para este oficio. Aunque parezca contradictorio, el periodismo no sólo puede ser un oficio del bien común, también puede hacer daño a terceros, y ponerse al servicio de los grupos de los poderes públicos y privados, para manipular a la opinión pública y fabricar la realidad desde una perspectiva interesada.