Adrián Uriarte- En Nicaragua dos actores
claves aparecen en escena, el regreso del Cardenal Leopoldo Brenes y el
Presidente Daniel Ortega. Dos actores sobre los cuales la opinión pública viene
prestando especial atención en las últimas semanas. El primero por ser el nuevo
príncipe de la Iglesia Católica en Nicaragua, y el segundo, porque ocupó las
principales páginas y espacios audiovisuales debido al supuesto estado muy
delicado de salud. Sin embargo, el gobierno muy estratégicamente y manejando
oportunamente el tiempo mediáticamente, no pudo esperar el momento más clave
que la llegada del nuevo Cardenal, para de un plumazo acabar con la guerra de
rumores que en los últimos días ocupó la centralidad de medios que adversan la
actual administración pública.